RECORTES DE PRENSA DE CTV teatro

Revista PUNTOCULTURAL 4/2/2005

AFICIÓN Y DEVOCIÓN POR EL TEATRO

El Colectivo de Teatro Vistazul cumple dieciocho años de vida. Una trayectoria dedicada a dignificar el teatro aficionado en Dos Hermanas con un amplio y diverso repertorio que ha llegado a muchos sitios.

por Rosa Montero_________________________________________________

Diecisiete de abril de 1987. El Club Social de Vistazul acoge la primera representación de un grupo de teatro creado desde el mismo club. La obra, Anacleto se divorcia, una comedia en tres actos de Pedro Muñoz Seca. Unos meses antes, Antonio Morillas, con la firme idea de dar rienda suelta a su afición por la interpretación, comienza a reclutar, entre familiares, amigos o vecinos, a gente que quiera involucrarse en el proyecto.

“Oye, ¿a ti te gustaría hacer teatro?”. Aquella primera obra despertó una gran expectación, tanto que tuvo que repetirse por petición popular. Hace ya casi dieciocho años desde aquella representación y, durante todo este tiempo, CTV Teatro se ha convertido en uno de los grupos de teatro aficionado con más actividad de la provincia. Teatro aficionado y algo más porque muchos de sus integrantes han pasado ya al plano profesional de la actuación. La trayectoria ha sido lenta pero muy fructífera.
Ese mismo año comienzan a incluir en su incipiente repertorio los Sainetes de los Álvarez Quintero, obras cortas de humor costumbrista que han llevado por todos los rincones de Dos Hermanas y de otros pueblos de Andalucía.

Lorca y el propio Muñoz Seca son los autores a los que recurren durante los primeros años. Así, de Muñoz Seca interpretan obras como Las Inyecciones o El Doctor Cleofás Uthof es mejor que Voronoff, o Usted es Ortiz, ésta última, incluida en el circuito de teatro aficionado de la Diputación de Sevilla, se llegó a representar, de manera comercial, en el Teatro Imperial en 1991.
Bodas de Sangre supone el primer drama al que se enfrentan y se pudo ver, entre otros escenarios de la provincia, en los teatros Imperial y Alameda de la capital. La obra se estrenó en el antiguo Cine Español nazareno, donde actualmente se sitúa el Teatro Municipal, en enero de 1993.
Un año después, se estrenaría como dramaturgo el propio Antonio Morillas, una vez más, en busca de dar rienda suelta a sus inquietudes. Para su debut, escoge La Cantata de Santa María de Iquique, inspirada en el disco Quilapayum. Se trata de una puesta en escena basada en la expresión corporal, con poco texto pero con una gran carga dramática. Quilapayum cuenta la historia de la matanza en Chile, durante la dictadura de Pinochet, de 360 trabajadores. Morillas recuerda, como uno de los momentos más emocionantes sobre las tablas, la ocasión en la que representaron esta obra en Fuentes de Andalucía para los trabajadores de Santana que, por aquel entonces, marchaban a pie hacia Sevilla como señal de protesta por el cierre de la empresa. “Fue muy emotivo porque hicieron suya la historia, levantaron sus camisetas, lloraron”, afirma.
Otros trabajos firmados por Morillas son Federico en la Memoria, montaje multidisciplinar en el que se homenajea al granadino a través de la poesía, la danza, la música y el teatro; Cantando a la vida, guión contra la droga; Andalucía un sentir, con textos de Blas Infante, Antonio Gala o García Lorca; Hatshepsut, una reflexión sobre el poder de la mujer, en una sociedad dominada por los hombres, basándose en este personaje egipcio; o la más reciente Perdóname, un acercamiento al problema de la violencia doméstica.
Un buen puñado de obras y un buen puñado de representaciones que les ha llevado más allá de nuestras fronteras. En dos ocasiones han realizado giras por Francia, en 1998 y en 2001, donde han tenido la ocasión de actuar por todo el país. También fue célebre su participación en el Festival Internacional de Teatro Experimental de El Cairo en 2002, donde interpretaron la obra Hatshepsut que tuvo muy buena acogida. “Fue impresionante actuar en el Open Opera House de El Cairo. Además la obra tuvo muy buena aceptación y fue escogida para participar en una de las sesiones de debates que se celebraban de manera paralela a las representaciones”, nos cuenta Morillas.
Su periplo internacional se completa con dos visitas a Cuba y una tercera en puertas, para el próximo mes de marzo.
Todo eso es la historia, la trayectoria que les hace situarse a la cabeza de las agrupaciones teatrales nazarenas, pero también hay un presente. Actualmente, forman parte del grupo unas 25 personas, “porque muchos van entrando y saliendo, en función de sus posibilidades”. Para muchos de ellos, CTV Teatro les ha supuesto una oportunidad para abrirse camino en el mundo de la interpretación. De hecho, algunos de sus miembros han participado con pequeños papeles en series como Arrayán, o en el cine.
“Ahora sí somos reconocidos en Dos Hermanas. Ha habido una visión de nosotros como que somos un grupo de barrio y nos ha costado que, poco a poco, vean que no es así. Por el contraste con la buena acogida que tenemos en el exterior han empezado a valorarnos más”, comenta el director.
En 2002 comienzan a participar en diversos certámenes de teatros, de donde siempre vuelven con algún galardón bajo el brazo. Ese respaldo popular y de premios siempre ayuda a que la mente inquieta del máximo (y ni mucho menos único) responsable del colectivo siga pensando en nuevos proyectos, sobre todo centrados en abarcar géneros teatrales que aún no hayan tocado. Un musical, una adaptación de una novela policíaca, un clásico o más producción propia. El caso es no bajarse del escenario.


Durante estos dieciocho años el CTV Teatro ha realizado 375 funciones y cuentan con más de 20 obras, la mayoría de ellas aún en repertorio.
Además del personal artístico y creativo, el grupo se encarga de las tareas técnicas de sonido, iluminación o montaje, así como de sus propias escenografías, vestuarios o maquillaje. Festivales, asociaciones de vecinos, institutos, teatros o la propia sala del CSD Vistazul, cualquier escenario es bueno para dejar en el patio de butacas un buen recuerdo.